PRESENTACIÓN DE "COCINAR EL LOTO" EN GALERÍA AB9 DE MURCIA

Fue una noche perfecta. No le faltó de nada. Tuve ocasión de ponerle cara y voz a gente con la que suelo conversar por las redes sociales, vi a viejos amigos y conocidos con los que me suelo reunir de año en año, recuperé amistades perdidas en la juventud (es hermoso saber que no avanza el tiempo en el tema de las sinceridades, que hay gente a la que querré toda mi vida aunque esté casi dos décadas sin verla). La esencia de los placeres sencillos, reunida en una galería de arte contemporáneo.

Capitaneados por las voces cantoras de ese macroproyecto que se llama “La Galla Ciencia”, tan ilusionante como desbordante, estuvimos hablando de libros y de poesía, de mi poesía. Lo que dijeron tanto Joaquín Baños como José Daniel espejo, para enmarcarlo.

Luego hubo tiempo para los poemas. Ver a gente como Cristina Morano, cuyos versos admiras y tienes de lectura de cabecera, haciéndote el favor de leer tus poemas en voz alta y en público es algo impagable. Escuchar a José Daniel Espejo recitarme en portugués, toda una experiencia. Y además las lecturas acertadas de Noelia Illán Conesa, de Joaquín Baños, de Alfonso García-Villalba, de Samuel Jara Miñano, de Manuel Pujante, que quisieron arroparme, y de qué manera, en aquella calurosa noche murciana.

Y lo más importante, ver que había mucha gente joven interesada en lo que teníamos que decir. Que aquello que empezamos hace casi veinte años, cuando nos juntábamos para hablar de poesía y hacer cosas de poesía, tiene una continuidad y una fe irreductibles. Como irreductible es la poesía, aunque, en demasiadas ocasiones, nos quieran dar loto concentrado para que nos olvidemos de su importancia.

Solo una cosa más. Agradecer a todos la asistencia. A los poetas sus lecturas. A la Galería AB9 que me acogieran en su casa. A Miguel Ángel Hernández Navarro su amabilidad y generosidad. A Ángel Paniagua su doblete. A los amigos, que estuvieran.